16 de Diciembre de 2019
La Agencia Mundial Antidopaje (AMA) determinó el 9 de diciembre, excluir a Rusia de todas las competencias deportivas internacionales durante cuatro años. Los deportistas que no hayan incurrido en prácticas de dopaje podrán participar bajo bandera “neutral.” Esta decisión, inédita en la historia del deporte de la era moderna, implica que Rusia no podrá participar en los Juegos Olímpicos, como tampoco en la Copa del Mundo.
El anuncio sacudió al mundo del deporte tras el comité ejecutivo de la entidad celebrado en Lausana (Suiza) y la decisión fue tomada por «unanimidad» de sus 12 miembros. Conforme a esta disposición, no se podrá disputar ningún evento deportivo en Rusia en ese periodo. En el caso de que ya se haya otorgado la organización, debe cederlo a otro país, «a menos que sea imposible hacerlo desde un punto de vista legal o práctico». Será el caso, por ejemplo, del Mundial de voleibol masculino de 2022 o la Universiada de 2023, ambas en Ekaterimburgo.
Si bien las autoridades rusas reconocen casos de dopaje de parte de sus atletas estos, confirman han sido castigados. Los responsables del deporte del país eslavo sabían que sobrevendrían sanciones, pero para muchos, la decisión está cargada de connotaciones políticas, en particular por razones geopolíticas.
Los casos de dopaje existen en todas las disciplinas y lamentablemente es una práctica bastante antigua. El deporte se ha visto permeado por el dopaje por varias razones. Por un lado, los atletas que quieren mejorar su rendimiento, por otro figuran las presiones de sus entrenadores e incluso intervine hasta la delincuencia organizada, la que promueve un tráfico y consumo ilícito de sustancias prohibidas directamente dirigidas a atletas.
Hay casos ampliamente conocidos de situaciones de dopaje pero no han derivado en la magnitud de las sanciones aplicadas en la actualidad contra Rusia. En México, si ir más lejos, se han producido escándalos por el consumo de clembuterol, sustancia empleada como broncodilatador ante enfermedades respiratorias, pero que se ha encontrado en pruebas de deportistas. Dopaje o no, el clembuterol es una sustancia empleada para engordar el ganado y que permanece en la carne del animal, de manera que cuando las personas la consumen, registran rastros de clembuterol en su organismo.
Un caso muy conocido es el del “mejor libra por libra del mundo”, el boxeador mexicano Saúl “Canelo” Álvarez, quien dio positivo por clembuterol en una prueba de rutina. El box es un deporte muy corrompido que mueve millones de dólares. Si bien el atleta mexicano fue sancionado con seis meses de inactividad (es la sanción más “suave”) por parte de la Comisión Atlética de Nevada, ese año (2018), a pesar de no haber tenido gran actividad deportiva, Saúl “Canelo” Álvarez recibió de manos del Presidente de México, el Premio Nacional del Deporte, mismo que fue impugnado por organizaciones y figuras deportivas de renombre, por entregar el galardón a alguien que había sido castigado por dopaje -intencional o no.
